Artista: Philip H. Anselmo & the Illegals
Álbum: Walk Through Exits Only
Estilo: Groove/Hardcore
Nota: 7,5/10
Leyendo declaraciones recientes de Phil Anselmo (para mí será siempre Phil y no Philip), da la impresión de que a día de hoy es la persona en la faz de la tierra que más echa de menos a Pantera y en especial al genio Dimebag Darrell. La locura de un joven marine nos dejó sin uno de los creadores de riffs más increíbles que ha dado la historia del metal, y directamente sin la banda que supuso una verdadera revolución metálica a principio de los noventa. Unos tejanos, que después de su metamorfosis del Glam al Groove/Hardcore/Thrash, literalmente arrasaron. Haciendo que los reyes del cotarro por aquel entonces Metallica, Megadeth y Slayer comenzaran a mirar a sus espaldas pues su trono estaba amenazado por un felino negro enfermo de rabia. Y gran parte de la culpa la tuvo este “borrachuzo heroinómano” con pintas de neonazi y cuerpo de boxeador de barrio, que berreaba cada frase como si le fuera la vida en ello, con una rabia y visceralidad que pocas veces se han visto.
Álbum: Walk Through Exits Only
Estilo: Groove/Hardcore
Nota: 7,5/10
Leyendo declaraciones recientes de Phil Anselmo (para mí será siempre Phil y no Philip), da la impresión de que a día de hoy es la persona en la faz de la tierra que más echa de menos a Pantera y en especial al genio Dimebag Darrell. La locura de un joven marine nos dejó sin uno de los creadores de riffs más increíbles que ha dado la historia del metal, y directamente sin la banda que supuso una verdadera revolución metálica a principio de los noventa. Unos tejanos, que después de su metamorfosis del Glam al Groove/Hardcore/Thrash, literalmente arrasaron. Haciendo que los reyes del cotarro por aquel entonces Metallica, Megadeth y Slayer comenzaran a mirar a sus espaldas pues su trono estaba amenazado por un felino negro enfermo de rabia. Y gran parte de la culpa la tuvo este “borrachuzo heroinómano” con pintas de neonazi y cuerpo de boxeador de barrio, que berreaba cada frase como si le fuera la vida en ello, con una rabia y visceralidad que pocas veces se han visto.
Pero por desgracia
para todos la cosa acabó, y acabó incluso antes de la muerte de Dimebag, pero
se palpa en el aire un resquemor que nos dice a todos que de no haber muerto
Darrell, a estas alturas ya se hubiese producido una reunión de la banda.
Anselmo lo quiere y no para de tirar mensajitos a la prensa, demostrando su
arrepentimiento y remisión, pero Vinnie anda profundamente herido, y ni
siquiera los litros y litros de alcohol que bebió después de la muerte de su
hermano han conseguido cerrar la herida abierta. Así que Anselmo, consciente de
que la ansiada reunión anda todavía a años luz de producirse decide atacar con
esta salvajada de disco.
Philip H. Anselmo
& the Illegals es una declaración de intenciones en toda regla. Phil lleva
años intentándolo, inmiscuyéndose en mil y un proyectos, pero sin encontrar uno
que consiga calmar su intensa agresividad interior. Down, bajo la ridícula
etiqueta del “Southern Metal”, y aun
siendo la banda que mejor le ha funcionado a nivel de popularidad, acaba
aburriendo a las piedras. Y a ella le podemos adjuntar un montón de bandas más
que ni fu ni fa; Arson Anthem (aquí intentándolo como guitarra), Viking Crown
(aquí del rollo multiinstruemntista), y otras cuantas más, salvando hasta
cierto punto, si me apuras, su trabajo a la voz en Superjoint Ritual.
Pero en resumidas
cuentas, sigue siendo evidente que Anselmo todavía no ha sido capaz de sacarse
la espina clavada de su banda mater. El mismo dijo hace unos días, hablando
sobre el enfoque musical de su nuevo trabajo, que con este disco intentaba
hacer la música más brutal posible sin la necesidad de caer en los esquemas
preconcebidos del Death o el Black, o la continua utilización de blast beats,
intentar crear ritmos angustiados y agitados que diesen esa sensación de
energía , que dicho con otras palabras vendría a ser un “quiero sonar como
Pantera y volver a patear culos sin la
necesidad de ir continuamente a todo trapo”. Y la pregunta es de cajón
¿Finalmente Anselmo ha conseguido sacarse la lanza ardiendo que lleva quemando
su alma desde hace años? Vamos a descubrirlo.
El primer adjetivo
que te viene a la mente después de la primera escucha de “Walk Through Exits
Only” es el de desquiciante. Este disco es una de las locuras más grandes que
escucha un servidor desde la era de Strapping Young Lad. El “enfermo” de Phil
se pasa el plástico rugiendo de una manera tan extremadamente salvaje y (aparentemente)
desordenada, que uno tiene la sensación de que el de Louisiana es un auténtico
perturbado mental. Gritos, gritos y más gritos, a cual más colérico y
angustioso. Y si a esto le sumamos que instrumentalmente el disco no es ninguna
maravilla, pues a las primeras de cambio ya podríamos afirmar que el disco es
una auténtica basura. Pero si algo
caracteriza al que hoy os escribe es su paciencia y perseverancia antes de dar
el veredicto final sobre un trabajo, así que ni corto ni perezoso llevo varios
días metiéndome sesión continua de Anselmo & Cía, y la verdad es que la
opinión de este disco desde su primera escucha a día de hoy, ha variado bastante.
No os voy a vender la moto ni a deciros que nos encontramos ante una obra
maestra, pero si uno analiza esta locura extrema con algo más de detenimiento,
consigue sacarle bastante jugo.
Al final, en esto de
la música, dejando de lado la calidad o no calidad “de”, todo acaba
reduciéndose a una cuestión de sensaciones. Hay gente que escuchando a Dream
Theater es capaz de llegar al éxtasis, y otros que afirman que los de Nueva
York los dejan totalmente fríos. Pues bien, os aseguro que cuando acabé de escuchar
este trabajo por primera vez, mi cuerpo andaba supurando sudor por todos los
poros de mi piel, y llevaba tal tensión en mi faz que cualquiera que se hubiera
cruzado conmigo por la calle habría pensado que era un jodido psicópata. Así
que me dije “oye, parece malo, pero ¿cómo es que me ha dejado en este estado
tan alarmante?”. Y es que este trabajo
te pone las pilas y de qué manera. Si el objetivo de Phil era transmitir al
oyente todas sus frustraciones personales, toda su ira, todo su dolor por la muerte
de Dimebag y otros quehaceres, hay que decirle que lo ha conseguido y con
creces.
“Walk Through Exits
Only” es una gigantesca roca de lava volcánica que arrasa a su paso, quemando,
destruyendo, aplastando, todo lo que encuentra. En sus cuarenta minutos de
duración no hay un jodido momento de tregua (bueno sí, al final del disco pero
eso os lo explico luego), la atmósfera que consigue crear Anselmo con esa
manera de cantar tan desesperada acaba siendo asfixiante, y paradójicamente
adictiva. Tanto es así que por momentos uno acaba incluso olvidándose un poco
de la música y concentrándose únicamente en los gritos de Phil. ¡Mala ostia
joder y de la que te llega! Hay mil cantantes mejores que Anselmo, capaces de
profundos guturales y sutiles voces limpias, pero pocos son capaces de
transmitir tanto como él, y eso que sus cuerdas vocales ya no son las de
antaño. Si es que el tío tiene tanto carisma que solo con ver la portada uno ya
se pone calentito.
Dentro de esta
vorágine musical encontramos destellos de varias bandas contemporáneas de
Pantera que, al igual que ellos, decidieron que el camino para hacer música
brutal no tenía que ser a la fuerza el del Death o el Thrash. Así por ejemplo
“Betrayed” tiene un inicio calcado al tema “Cyberwaste” de Fear Factory y un
final con sintetizadores también made in Cazares. En “Usurper Bastard’s Rant”
aparecen los típicos “chirridos” de guitarra de Machine Head. También
encontraremos varios momentos que nos recuerdan bastante a los británicos
Naplam Death, y es que una de las etiquetas que se puede aplicar en este
trabajo es sin duda la de Hardcore/Crust. Y por supuesto también hay varias
reminiscencias a Pantera, como era de esperar. Pero por suerte no son ni plagios,
ni excesivamente abundantes, digamos que Phil lo lleva en la sangre y es
inevitable su aparición. En resumidas cuentas podemos decir que “Walk Through
Exits Only” va picando de muchos sitios, pues Anselmo ha crecido como músico
escuchando a las bandas mencionadas, pero el plástico tiene alma y sonido
propios.
El nivel de locura de
este trabajo es tan alto, que en la primera escucha a uno incluso le parece que
Anselmo canta literalmente a su puta bola. Pero cuando después de varios
repasos, ya hemos sido capaces de acostumbrarnos a semejante torbellino sonoro
y nos podemos concentrar más en los detalles, vemos que dicha afirmación es
totalmente errónea. Que Phil canta como un jodido demente es verdad, pero sin
duda sabe perfectamente donde está poniendo y enfocando cada uno de sus
chillidos, buscando siempre impactar con la máxima fuerza.
Y si antes os
mencionaba que a nivel instrumental el disco no era ninguna maravilla, las
repetidas escuchas también me han hecho cambiar bastante de opinión, y aunque los
músicos que le acompañan no son ningunos virtuosos (tampoco era necesario),
cumplen a la perfección su cometido, avasallando al oyente con un montón de
riffs destructivos que van cayendo uno tras otro con gran homogeneidad, y eso
no es tarea fácil, pues el número de cambios de ritmo por tema es bastante
elevado, y muchos de ellos son sincopados. Por eso me gustaría hacer una
mención especial al gran trabajo que hace el jovencísimo batería (también
miembro de Warbeast) Joe Gonzalez, con un dominio y un “savoir faire” con el
doble bombo extraordinarios, conjuntando la amalgama de riffs entrecortados
antes mencionados con gran maestría, y convirtiendo en canciones lo que podía
acabar siendo un auténtico puré de riffs.
Aunque a más de uno
le parezca una osadía lo que voy a decir, pienso que este disco, dejando de
lado comparaciones imposibles entre calidad, estilo y época, vendría a ser
un “Pleasure to Kill” o un “Reign in
Blood” de la era actual, al menos en cuanto a espíritu y predisposición se
refiere. El principal objetivo de Anselmo con este trabajo es patear culos
hasta ensangrentarse las uñas de los pies, básicamente lo mismo que pretendían
en su día Kreator y Slayer, y de verdad que lo consigue.
Y al hilo de esta
“comparación”, mencionar también que el disco es breve, lo cual le viene como
anillo al dedo, pues una hora a este ritmo sería capaz de tumbar a cualquiera.
La duración real del disco son cuarenta minutos, y bajo mi criterio dura
treinta y tres. Ya que resulta que el último corte “Irrelevant Walls and
Computers Screens” dura la friolera de doce minutazos, pero los realmente
importantes son los cinco primeros, y el resto es relleno puro. Así que las
cuentas cuadran, un disco con objetivo asesino se tiene que mover (por
tradición) entre los ocho y diez cortes y los treinta y cuarenta minutos.
Poco más, que la
reseña se está alargando y no le encuentro el final. Pasaría un rato más con
vosotros destilando tema a tema todo el veneno que contiene este “Walk Through
Exits Only”, como el riff asesino de este mismo tema, el estribillo ultra
salvaje de “Bedroom Destroyer”, el inspirado riff serpenteante de “Batallion of
Zero” y mil cosas más, pero prefiero no adelantaros nada más para que os
llevéis el mismo ostión en la boca que un servidor al escuchar esta animalada
de disco. Y hoy más que nunca os apelo a una máxima, no os quedéis en una
primera escucha superficial si realmente queréis llegar a entender y disfrutar
de este trabajo, dadle un mínimo de tres oportunidades, y os aseguro que a la
cuarta ya vais a estar enganchaditos a esta arma de destrucción masiva. Yo ya
lo tengo en mi estantería especial de “discos energéticos”, la que uso cuando
necesito un buen chute de adrenalina, pues uno no siempre puede irse a
practicar deportes de riesgo para conseguir dicha droga natural.