Al “tío” Max lo vemos
en muy buen estado de forma desde la reconciliación con su hermano Iggor, y la
creación de Cavalera Conspiracy. En ese pulso constante que mantienen thrash y
groove en todos sus trabajos, se ha impuesto, en esta ocasión, la vertiente
thrashera. Cosa que nos congratula a todos fans de los primeros Sepultura
(véase hasta el Chaos A.D.). Y parece que bastante han tenido que ver las dos
nuevas incorporaciones en Soulfly, el bajista Tony Campos (Possesed, Asesino,
Ministry) y el monstruo de las baquetas David Kinkade (Borknagar, Council of
the Fallen, Malevolent Creation, Arsis). Dos “malas influencias” que le han
aportado un plus de velocidad y garra a las composiciones, y han borrado de un
plumazo el exceso de elementos tribales.
Max no es un genio
visionario a lo Chuck Schuldiner o Devin Townsend, pero es uno de los mejores
“frontman” de la historia del metal, tiene carisma para aburrir y su desgarrada
voz reivindicativa, penetra en el cerebro de cualquier metalhead. Un luchador
nato, creció en las favelas, rodeado de miseria, donde sobrevivir al día a día
es un reto y aprendes a pelear o morir. Ese es el verdadero carácter y espíritu
de Max, un auténtico guerrero del metal, en la música protesta no hay quien le
tosa, y en este disco viene con más mala leche que nunca (normal, con la que
está cayendo). Con un par, consiguió que Sepultura se codeara con los más
grandes de la época, Metallica, Megadeth, Pantera, Machine Head, y se echó un
país a cuestas bajo la bandera del “thrash protestón”.
Así que nos ponemos
los pantalones de camuflaje y el cinturón de balas, nos ensuciamos las rastas
(más aun si cabe), apretamos los dientes, ponemos cara de pocos amigos, y ya
estamos listos para el combate.
“Enslaved” calienta
motores con Resistance, una intro que nos mete de lleno en el
ajo, guitarras extra pesadas, voz de megáfono y un martilleante doble bombo ¡esto
es la guerra! Arrancamos ya con World Scum, tema “diesel”, empieza titubeante
pero cuando se embala no hay quien lo pare, arrasa a su paso. Travis Ryan de
Cattle Decapitation ayuda a Max en las voces.
Preparamos los
cocteles molotov y pasamos al ataque, Intervention
va directa a la yugular, puñetazo en la cara,
no estamos para tonterías, hay que pasar a la acción ¡ya! Estás
incandescente, en plena batalla, hueles el humo de los contenedores en llamas,
eres un verdadero luchador, un Gladiator
de los tiempos modernos o de la antigua Roma, tanto da, lo llevas en la sangre.
Aquí no se arrodilla ni Dios (ya lo dijo el Che), el estribillo te pone a cien
(Hail... Hail… Hail… Gladiator).
Seguimos peleando, no
estás solo, nos están jodiendo a todos, la unión hace la fuerza, Legions, todos a una. Quizás el mejor
corte del disco, bárbara. Non stop, aquí
pilla todo el mundo, hay para todos, para los americanos y para la
iglesia, American Steel y Redemption
of Man by God, en la última ayuda en
las voces Dez Fafara de Devildriver, menudo compañero de batalla.
Con Treachery la adrenalina se dispara, ataca
violenta, feroz, patada en la boca, con “impasse” melódico hacia medio tema,
las guitarras de lujo, lo bordan, y acabamos como hemos empezado, con violencia
explícita, tema colérico.
Punto y aparte con Plata O Plomo, rememorando la figura del
narcotraficante más conocido de la historia, Pablo Escobar. Las voces en
portugués son para Max, las que suenan en castellano van a cargo de Tony Campos,
rápidamente nos viene a la memoria Brujería y Asesino.
Se acerca el final, y
Max se está quedando ya sin fuerzas, baja un poco el pistón en Chains (el corte más mediocre del disco) y Revengeance
(en la que colaboran sus tres hijos), más pesadas y machaconas, ahora toca
ganar al groove. Pero el brasileño jamás se rinde, jamás será un Slave, a sangre y fuego, te mira a los
ojos y te desafía. ¿Sumisión? ¡Jamás! Quemamos los últimos cartuchos con Bastard… acaba la batalla.
Volvemos a casa, Soulfly VIII (su habitual acústica), nos
acompaña de fondo. Estamos exhaustos,
sudorosos, la cara llena de sangre y barro, el cuerpo amoratado y el orgullo
intacto. Lo hemos dado todo, como siempre que Max lo pida, al igual que el
comandante M. Petrozza, el teniente T. Araya, el general C. Billy o el coronel
Z. Souza. Siempre respondemos, a partirnos las cervicales si es necesario,
contad con nosotros, las hordas del thrash son infalibles y eternas.
Nota: 8/10. Publicado por Detox.
Os dejo con World Scum y Gladiator, a ponerse como motos:
Lista de canciones:
1.
Resistance.
2.
World Scum.
3.
Intervention.
4.
Gladiator.
5.
Legions.
6.
American Steel.
7.
Redemption of Man by God.
8.
Treachery.
9.
Plata o Plomo.
10.
Chains.
11.
Revengeance.
Bonus
edición limitada:
12.
Slave.
13.
Bastard.
14.
Soulfly VIII.
Formación:
Max
Cavalera: Cantante, guitarra.
Marc
Rizzo: Guitarra.
Tony
Campos: Bajo.
David
Kinkade: Batería.
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