Artista: DYING FETUS
Álbum: REIGN SUPREME
Estilo: Brutal death metal
Nota: 8,5/10
DYING
FETUS, brutal death metal técnico desde Estados Unidos, en esta ocasión no es
Tampa, bajamos un poquito en el mapa hasta llegar a Maryland. La Costa Este
americana es, por tradición, sinónimo de buen death metal. Miembros honoríficos
de la potente segunda unidad, se incorporan un poco tarde a la movida y los
reyes (por esos entonces MORBID ANGEL) no se dejan desbancar fácilmente, han
tenido que partir muchos cuellos y escupir muchas vísceras para estar ahí. Los
secundan CANNIBAL CORPSE, DEICIDE y SUFFOCATION, menudos guardaespaldas. Así
pues, el panorama no es muy alentador para las nuevas formaciones, pero los
DYING FETUS son tipos duros y no se rinden, trabajan duro y esperan pacientes
su oportunidad para asaltar el trono.
Un
camino de piedras, varios cambios en la formación que se reflejan en una
discografía algo oscilante, desde trabajos de altos vuelos como “Destroy the Opposition” a discos algo mediocres
como el “War of Attrition”. Convertidos
en trío a partir de 2008 con John Gallagher como único superviviente de la
formación original, demuestran que con tres se bastan, cualquiera lo diría
viendo la dificultad y complejidad de sus dos últimos lanzamientos. Es evidente
que a la formación le ha venido de perlas la estabilidad de miembros.
Alumnos
aventajados de SUFFOCATION, no siempre van a ser MORBID ANGEL y CANNIBAL CORPSE
los patrones a seguir. Al igual que los de Nueva York practican un death
técnico con constantes cambios de ritmo y con los típicos “frenazos” marca de
la casa. Ya sabéis de lo que os estoy hablando, esas ralentizaciones sonoras
donde el tiempo se detiene, el riff se
pone tan denso y pesado que parece que la canción se va a parar, y el growl
llega al límite de la inhumanidad.
DYING
FETUS no son una burda copia, se influencian, absorben, asimilan y escupen,
personalidad propia dentro de los patrones repetitivos habituales del brutal
death. Los momentos más grindcore pasan a mejor vida, y deciden centrarse en
los aspectos más técnicos sin dejar de lado su habitual pegada. También se
alejan las letras gore y apuestan por la temática política y el “hatred”
(odio). Digamos que menos vísceras pero la misma mala leche o más aún si cabe.
El
plástico comienza tremendo, en plan aniquilador, “Invert the Idols” nos deja boquiabiertos con una
maravilla de shreeding apoyado en los redobles de Trey Williams, grito de guerra y a aplastar cráneos, dos escasos
minutos de pura locura que te atraviesan de arriba abajo y que auguran una
excelente tormenta de odio y dolor para el resto del plástico. El tema acaba
machacón con voz de ultratumba y doble bombo a piñón fijo.
De
aquí en adelante mucha leña, mucha clase, mucho odio y (para nosotros) mucha diversión, nueve cortes
en escasos cuarenta minutos. De todo un poco, temas como “Subjected to a Beating”,
“From Womb the Waste” o “In the Trenches”
se nos presentan algo más machaconas y entrantes, de los cortes que más
rápido enganchan del disco, digamos que más fáciles de digerir para los menos
experimentados en la materia, con algunos elementos más groove pero sin olvidar
las partes veloces y técnicas.
También
encontramos cortes mucho más agresivos y punzantes, “Second Skin” quizás sea la pieza más completa del
disco, absolutamente devastadora, con guiños al grindcore y múltiples cambios
de ritmo, pega muy duro, de las que te dejan aturdido, atronadora de verdad. En
la misma onda destroza-cervicales también nos encontramos con “Dissidence”, con
un primer riff arrollador muy thrasher, es un trayazo sin respiro alguno,
headbanging del bueno.
La
joya de la corona se la damos a “Revisionist Past”, temazo de altura que
arranca con un solo progresivo de los que dejan entrever que algo bueno viene
detrás, y así es, un blast beast avasallador, riffs pegadizos apoyados en
irreverentes punteos y un sinfín de cambios de ritmo hipersónicos, con Trey
Williams brillando de nuevo, demostrando que puede hacer funcionar el doble
bombo a velocidades no aptas para el resto de los mortales. Que decir tiene el
excelente solo y el esquizofrénico final con shreedings de pura locura.
“Devout
Atrocity” y “The Blood of Power” son los temas con más reminiscencias a
SUFFOCATION de todo el disco, ambas sobresalientes en el apartado técnico, y a
destacar el solo melódico de la última, perfecta guinda para un depravado
pastel.
"Reign Supreme" es el salto de calidad definitivo que los americanos necesitaban.
Después de militar varios años en la segunda unidad, pasan a primera fila por
méritos propios, nadie les ha regalado nada. La oportunidad que estaban
esperando ha llegado, con MORBID ANGEL jugando a hacer techno-death, CANNIBAL
CORPSE repitiéndose en sus
estructuras hasta la saciedad, y NILE que
no alcanza el nivel que prometía, toca asaltar el trono. La lucha es
encarnizada, ABORTED no baja el pistón, CRYPTOPSY se redimen de su “aventura
deathcore” con su disco homónimo y
CATTLE DECAPITATION se cascan
un disco antológico, de los que marcarán un antes y un después en la escena
extrema. Pero DYING FETUS están en
el buen camino, y mientras lo logran o no, están invitados a seguir sacando
piezas como este “Reign Supreme” para
disfrute de todos nosotros.
Mientras
algunos agoreros se empeñan en decir que el brutal death metal está en horas bajas, yo discrepo
enérgicamente, todos los lanzamientos mencionados anteriormente (y muchos más
que me dejo) me avalan. Así que ya sabéis, a darle un tiento a este gran “Reign
Supreme”.
Formación:
John
Gallagher: Guitars, vocals.
Sean
Beasley: Bass, vocals.
Trey
Williams: Drums.
Temas:
1. Invert the Idols
2. Subjected to a Beating
3. Second Skin
4. From Womb to Waste
5. Dissidence
6. In the Trenches
7. Devout Atrocity
8. Revisionist Past
9. The Blood of Power
Publicado por Detox
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