Artista: ANAAL NATHRAKH
Álbum: VANITAS
Estilo: Black Metal/Grindcore
Nota: 9,5/10
A pocos días para
entrar de lleno en el 2013, toca hacer un poquito de balance. Sin pararme a
analizar con detalle todos los estilos y variantes englobadas dentro del metal,
puedo afirmar con rotundidad, que el sector del metal extremo ha vivido un año para
enmarcar. Y es que parece que son varias las formaciones, que han sabido
encontrar la fórmula correcta, para darle a la música extrema ese punto de
relativa accesibilidad, del que tanto ha carecido dicha rama metálica por
antonomasia.
Los ejemplos son
varios y a cada cual mejor. CATTLE DECAPITATION con su “Monolith of Inhumanity”,
han seguido avanzando en su particular mezcla de Grindcore y Death Metal
Progresivo, para ofrecernos un disco llamado a ser un trabajo de referencia en
los próximos años. Los belgas ABORTED han conseguido al fin en “Global Flatline”,
el perfecto equilibrio entre sus primeros trabajos más bestiales y su etapa más
melódica. DYING FETUS dan el salto definitivo a la primera línea del Brutal
Death, con un “Reign Supreme” que ha hecho temblar a más de una vaca sagrada.
Incluso NAPALM DEATH parecen haber rejuvenecido, con un “Utilitarian” que sabe adaptar magistralmente la locura
Grindcore de sus inicios, a los tiempos que corren. Y mención especial para la
locura técnica de THE FACELESS y su increíble “Autotheism”. Y no nos olvidemos de
otro buen puñado de veteranos, que también han lanzado discos de gran calibre,
como CANNIBAL CORPSE, CRYPTOPSY, SINISTER o NILE, por mencionar algunos.
La banda que hoy nos
acontece entraría de lleno en el primer grupo y con todos los honores. Bandas
que están sabiendo dar una vuelta de tuerca necesaria, a un estilo que se
estaba saturando por momentos. Apertura de miras, fuera prejuicios. Los
patrones y los clichés están hechos para modificarse siempre que sea para bien.
Fusión de estilos que beneficia al oyente.
En el caso de ANAAL
NATHRAKH la cosa se acentúa aún más si cabe. Formación para nada al uso, dos
miembros, Irrumator ocupándose de todos los instrumentos y la programación, y V.I.T.R.I.O.L.
ocupándose de las voces (conocido por algunos por su trabajo en la banda de
Death Metal BENEDICTION). Practicantes de Black Metal en sus inicios, conforme
avanza su carrera han ido incorporando, de forma paulatina, elementos de Brutal
Death, Grindcore, y voces limpias más propias del Black Sinfónico.
Las letras de la
banda se mueven en los derroteros habituales dentro del estilo, inspiradas en
los textos de Friederic Nietzsche, hablan de Apocalipsis, el Armagedón, y la
misantropía, nada nuevo en el horizonte, letras burras para una música aun más
burraca si cabe. Lo curioso es que la banda no publica sus letras, debido al
contenido tan destructivo de estas. Personalmente creo que es una manera como
otra de hacer marketing, pues a estas alturas me parece que estamos todos
curados de espanto, y no hay letra, por abominable y sangrienta que sea, nos
quite el sueño. Por lo general, lo que nos suele interesar de estas bandas, es
su música y no su filosofía (y si a ti te interesa su rollo, no quiero ser
amigo tuyo). Eso sí, nada de pintas al uso, ni corpse paint, ni cuero,
muñequeras de pinchos, cruces invertidas y derivados. Vestimenta casual y cara
de buenos chicos, cualquiera lo diría viendo lo que profesan y ejecutan,
menudos animales de psiquiátrico.
Después de esta breve
presentación, espero que estéis listos para sumergiros en el demencial universo
sonoro y lírico de estos bestiajos, cosa nada fácil si no andas entrenado en
metal extremo. “Vanitas” es un disco
salvaje a más no poder, de difícil digestión, subdividido en varios
niveles, que uno debe ir descubriendo
según avanzan el número de escuchas.
Lo primero que nos
llamará la atención, es la sensación de histerismo desquiciado que consiguen
transmitir estos tíos con su música. Blast beats a todo trapo, brutales growls
combinados con enloquecidos alaridos infrahumanos, y riffs de agresividad
extrema. Esta sería sin duda la vertiente más difícil de aguantar, la más
atroz, una deplorable tortura para tus oídos y tu alma, pero si consigues
soportarla, ya estás inmunizado para disfrutar del resto del trabajo.
Así que cogemos
martillo y escarpa, y golpeamos hasta hacer saltar la cascarilla. Tranquilo, no
te van a salir callos, el segundo nivel anda más cerca de lo que parece y el
placer al descubrirlo es inmenso. En él encontramos un montón de excelentes
riffs blackmetaleros, combinados con partes de Death Metal Melódico, que por
momentos pueden rozar el Metalcore.
Y a muy pocos
centímetros, la tercera capa, la que de forma subyacente hace que te enganches
al disco sin darte cuenta. Aparece toda la gama de Black Sinfónico, con las
voces limpias y melódicas como principal atractivo, tampoco faltarán los
sintetizadores que darán vida a su vena más industrial.
Como ves, la
complejidad de este “Vanitas” es tremenda, y aun más tremendo es ver cómo estos
tíos son capaces de fusionar tantos estilos, de una forma tan magistral y
coherente.
La carta de
presentación del disco ya pone toda la carne en el asador, en “The Blood-Dimmed
Tide” es posiblemente el corte más desquiciado del disco, los growls
esquizofrénicos no dan tregua, asentados sobre rapidísimos riffs blackmetaleros
y blast beats a 250 bpm. Más de lo mismo en “Forging Towards the Sunset”, donde
sin embargo ya aparecen las primeras voces melódicas en el estribillo,
adictivas a rabiar. El final del tema, con un grito perdido en la inmensidad de
los tiempos, de veinticinco segundos de duración, no tiene desperdicio.
En “To Spite the
Face”, las voces y los riffs de aire más melódico cobran mayor importancia,
recordándonos por momentos al fantástico vocalista Danne Carlsson, de la banda
de Death Melódico JULIE LAUGHS NOMORE. Seguimos con “Todos Somos Humanos”,
inicio con sintetizadores y un ritmo algo más machacón, para desembocar en
locura extrema. No deja de ser curioso ver un título en español en una banda
inglesa de metal extremo. La cosa no queda ahí, pues a lo largo del tema,
aparece repetida en varias ocasiones la frase “Todos somos humanos y todos
seremos polvo”, cantada con una violencia que pone los pelos de punta.
Un alto en el camino
para la maravilla “You Can’t Save Me, So Stop Fucking Trying”, un ritmo
entrecortado, que nos recuerda mucho a los mejores SOILWORK, da el pistoletazo
de salida a una pieza muy dinámica, que se mueve en su totalidad por derroteros
de Death Metal, dejando de lado por primera y única vez en el disco, la vertiente
más Black.
Pero pronto recuperan
su faceta más blackmetalera con “Make Glorious the Embrace of Saturn”, y “Of
Fire, and Fucking Pigs”, dos cortes a toda velocidad, donde las voces limpias
brillan por su ausencia. Entre medio de ambas “Feeding the Beast”, corte más
pausado, prácticamente un medio tiempo donde prevalece su vena más industrial,
guiño de ojo a los maestros DIMMU BORGIR.
Cerramos sesión con “A
Metaphor for the Dead”, el tema más accesible y melódico del disco, con un solo
y unos punteos, que firmaría con los ojos cerrador cualquier banda de Death
Melódico. Una excelente forma de relajarnos un poco después de tanta atrocidad
sonora.
Y así termina esta
macabra y aterradora puesta en escena. ANAAL NATHRAKH han conseguido plasmar de
forma magistral, toda la locura apocalíptica que profesan sus letras
“Nietzschistas”. Un trabajo descomunal, tan bien compuesto y realizado, que
consigue que su locura extrema se acabe convirtiendo en una maravilla sonora,
incluso “agradable” de escuchar.
Y aquí van un par de castañazos a ver como se os queda el cuerpo (se aconseja no escucharlos a solas con la luz apagada)
Formación:
V.I.T.R.I.O.L.: Voz
Irrumator: Bajo, guitarra, programación
Temas:
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