Artista: Structure of Inhumanity
Álbum: Completion Integration
Género: Melódic Death Metal/Metalcore/Modern Metal.
Nota: 8/10.
Propuesta la mar de
fresquita la que hoy os traigo para cerrar este curso de verano. Structure of
Inhumanity llega a manos de un servidor de pura casualidad, investigando un
poco sobre los miembros de Arsis, la biblia del buen metalhead (Encyclopaedia
Metallum) me llevó hasta ellos. La etiqueta de buen inicio no me llamaba
demasiado la atención, pues incluía la palabra “maldita” Metalcore, pero ni
corto ni perezoso decidí darles un tiento a ver qué tal. Y cual fue mi sorpresa
al descubrir un disco la mar de fresco y adictivo que no puedo dejar de escuchar
desde hace varias semanas. Avisar antes de nada a los que como yo son algo
reacios a la etiqueta Metalcore, de que en esta ocasión dicho adjetivo solo es
aplicable hasta cierto punto al juego de voces y poco más, pues no hay ni constantes
breakdowns, ni abuso de los power chords, ni utilización de corso con voces
limpias de forma sistemática.
“Completion
Integration” se mueve en unos terrenos que engloban el Death Metal Melódico, el
Metalcore y el Modern Metal bajo un mismo techo, o sea que tiene una escucha la
mar de fácil y divertida. Pero no hay que engañarse, si este disco debut suena
tan bien es porque detrás del telón se esconden varios personajes que ya llevan
varios años en la brecha y ofreciendo buenos trabajos con formaciones que si
bien no son conocidos por las masas, no tienen desperdicio alguno. En las filas
de la formación norteamericana nos vamos a encontrar gente de los mencionados
Arsis, también de Lilitu (Melodic Black/gothic Metal), y de Suspyre
(Symphonic/Progressive Metal). Viendo estos precedentes uno comienza a entender
mejor la calidad que atesora este plástico.
El trabajo en sí es
bastante engañoso y bajo una primera capa de temas relativamente facilones, se
esconde un trabajo instrumental excelso, destacando sobremanera el pulso
constante entre guitarras y teclados. Y esa es sin duda la gran virtud de este
disco, uno queda totalmente atrapado desde el principio por los atractivos
riffs de inicio con los que arranca cada tema, y el resto llega un poco a
traición, como sin avisar. Podemos hablar sin duda de ese feeling que desprende
un “Embody the Invisible” de In Flames, o un “Taste of My Scythe” de Children
of Bodom. ¿Metal para adolescentes? Por qué no, pero joder como divierte, me
parece que durante estas dos semanas he recuperado sensaciones que no tenía
desde hace muchos años.
Chispa, energía y
dinamismo, eso es lo que nos vamos a encontrar en “Completion Integration” tema
sí y tema también, el disco no desfallece en ningún momento, la frescura dura
corte a corte como si el plástico se hubiese sumergido de lleno en una cubitera
y no le diese la gana de salir. Todo es vibrante, equilibrado y agradable,
desde los constantes juegos de voces entre Clay Barton y Noah Martin, hasta los
revitalizantes teclados de Jonah Weingarten, pasando por supuesto por los
espectaculares solos de Mike Iuzzolino, un perfecto desconocido de las seis
cuerdas que demuestra tener un talento y una melodía en el alma que no abunda
demasiado a día de hoy. Y es que tocar rápido sabe mucha gente, pero atraparte
con las notas ya es otro cantar, y de verdad que este chaval lo consigue con
creces.
Entrar tema a tema al
detalle no creo que sea necesario en el día de hoy, bastará un primer tiento a la divertida “The Passing
Phase” o a la melodía épica de “I, On the Inside” y su tremendo solo, para que
quedes atrapado sin remedio. Un disco altamente recomendable para aquellos días
en que el pesimismo intenta ganar la partida, bastarán los escasos cuarenta
minutos de este “Completion Integration” para borrarlo de un plumazo y dibujar
una gran sonrisa. Sin poder hablar de “happy metal”, si que podemos decir que
es uno de esos discos que hacen subir la moral, y eso no es poco en los tiempos
que corre, así que a disfrutarlo.
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