Artista: Gojira
Álbum: The Way of All Flesh
Género:Progressive/Groove/Death Metal
Nota: 9,5/10
Vamos
hoy a por la banda francesa de metal, que más reconocimiento tiene a día de
hoy. Nada fácil lo tuvieron estos
chavales en sus inicios, comenzaron su andadura metálica en 1996 bajo el nombre
de Godzilla, que posteriormente tuvieron que cambiar a Gojira por problemas
legales. Cuatro maquetas como Godzilla, hasta que en 2001 consiguen publicar su
primer larga durada, “Terra Incognita”, ya bajo el nombre de Gojira. Su segundo
trabajo “The Link”, obra de culto en el underground, les valió el contrato con
Listenable Records para ediciones futuras.
Desde
entonces, cada nuevo trabajo ha supuesto un paso adelante en su carrera, tanto
a nivel de popularidad y reconocimiento, como en su personal evolución musical,
que de momento, parece no tener límites. Elegir un disco para presentar a los galos en
el portal, se me ha hecho harto difícil, pues todos sus trabajos hasta la fecha
son de un nivel extraordinario. Posiblemente el disco más aclamado de los
franceses, y el que los puso
definitivamente al frente de las nuevas formaciones de metal, fue “From Mars to
Sirius” en 2005., aunque quizás “The Way of All Flesh” es el disco más completo y
complejo de los galos. En él podemos encontrar todavía la potencia y energía de
sus primeros discos, combinada con toda su locura progresiva, y sus cada vez
más evidentes influencias Sludge. Así pues, si te gusta este disco, te gustará
toda su discografía.
Como
pilares del cuarteto tenemos a los hermanos Joe (voz y guitarra) y Mario (batería)
Duplantier. Combo digno sucesor de los hermanos Cavalera, y es que viendo el
material que desarrollan, uno está convencido de que en su casa tienen la
discografía completa de los brasileños. Tal es la simbiosis, que incluso Joe
participó como bajista y guitarra, en el disco “Inflikted” de Cavalera
Conspiracy. Acabamos el line up con Christian Andreu a la guitarra, y
Jean-Michel Labadie al bajo. Posiblemente una de las claves del sonido tan
compacto y personal de la banda, sea el hecho de que mantienen la misma
formación desde su creación.
Definir
el sonido de Gojira utilizando las etiquetas habituales dentro del metal, se me
antoja complicado. Los franceses beben de muchas fuentes distintas, digieren, y
luego vomitan un veneno dulce con denominación de origen. Harto estoy de
escuchar que en el metal todo está inventado, y no estoy del todo de acuerdo,
puede que todas las bases estén sentadas, y que los mejores discos de algunos
géneros en concreto ya estén hechos, y jamás se superarán. Pero siempre hay
alguien dispuesto a evolucionar, ya sea dando la vuelta de tuerca a un estilo,
o mezclando varios de ellos para conseguir dicho propósito.
Gojira
pertenecen a esa estirpe, a esa movida auténtica y cabezona que hace lo que le
sale de los mismísimos, pasando de presiones de discográficas, de comentarios
de los fans, o número de copias vendidas. Dream
Theater, Nevermore, Pantera, Opeth, Symphony X, Death, Mastodon, etc. “Aquí está mi material, o lo
tomas o lo dejas, lo hago así porque quiero y porque a mí me gusta así, y voy a
evolucionar hacia donde me interese, digas lo que digas tú y el resto del
planeta”. Valga decir que este tipo de bandas, tienen la “virtud” de que la
gente o los venera, o los odia, no suelen haber medias tintas con propuestas
tan singulares. Para mí son unos putos genios, tú ya me dirás el que.
Con
ahínco y tesón han conseguido una de las cosas más difíciles para un grupo hoy
en día, y es tener un sonido propio y auténtico. A los pocos segundo de un
tema, uno ya sabe perfectamente que se trata de Gojira, y eso es muy, pero que
muy meritorio en los tiempos que corren, donde la mayoría de bandas que están
englobadas dentro de un mismo estilo, suenan igual. Véase que la mayoría están
producidas por el productor de moda de turno, y grabas en el los mismos estudios.
Gojira
está por encima del bien y del mal, su música es una fusión entre el Death
Metal de los Morbid Angel más contundentes y densos (véase etapa Gateways to
Anihilation), la versión más Groove de los geniales Pantera y Machine Head
(ambos consiguieron demostrar al mundo, que se podía hacer música altamente
agresiva y energética, sin necesidad de infinitos blast beat a toda pastilla),
y las profundas atmósferas Sludge de gente como Mastodon. Sin olvidar por el
camino, las voces agónicas y desgarradas, que recuerdan en ocasiones al mejor
Anders Fridén de In Flames. Así que los amantes de las etiquetas ya podéis
anotar, Gojira practican un death-groove-sludge-progresivo de muchísima
calidad, y llenito de elementos propios.
Falta
la filosofía y temática del grupo, pues apunta, ecologismo y la relación del
ser humano con el planeta. Ahí es nada, ganando puntos, pasando de vísceras y
demonios, de “dragones y mazmorras”, de Torquemadas y demás. Preocupándose de
lo que importa de verdad, la rama ecológica de las letras sociales del thrash.
Que
Gojira hacen lo que les da la santa y real gana, es claramente visible cuando
comienzan el disco con un corte como “Oroborus”, menuda patata caliente, ¿quién
dijo miedo? Temazo que parece enlazar con el último corte de “From Mars to
Sirius”, el extenso “Global Warming”. Un primer riff hipnótico que roza la
absoluta paranoia, nos mete de lleno en materia. Dicho riff será la base por la
que surfearán los galos a lo largo del tema, haciendo de las desesperadas voces
in crescendo, su principal baza. Normalmente, la mayoría de bandas, intentan
comenzar el disco con un tema pegadizo y de calidad, en muchas ocasiones,
incluso con el mejor corte del plástico. Pero Gojira ya ha conseguido su legión
de seguidores, y saben que ellos, conscientes de la versatilidad de la banda,
sabrán apreciar un inicio de disco tan arriesgado.
Después
de esta primera “sorpresa”, viene el primer mazazo del disco “Toxic Garbaje
Island”, tema “Gojiresco” al cien por cien. Pura contundencia desde el inicio,
Mario Duplantier comienza su particular recital de sincopados y polirritmias, y
su hermano, ya con la garganta caliente, comienza a desgarrarse las cuerdas
vocales a base de bien. Aparición de unos teclados atmosféricos a modo de
órgano de iglesia hacia final del tema, no serán los últimos del disco.
Pero
Gojira vienen con ganas de retos para este trabajo, con las intenciones de
poner al límite nuestra paciencia, de demostrar toda su creatividad y ver qué
cuerpo se nos queda. “A Sight to Behold” es de los cortes más arriesgados y
variopintos de su carrera, comienza con unos samplers sobre los que se apoyará
todo el tema. Las voces aparecen filtradas a modo de robot, y Mario acompañando
toda esta locura con sencillos pero eficaces ritmos jazzies. Al final el tema
resulta pegadizo de cojones.
“Yama’s
Messengers” entra con tanta densidad, que por momentos parece que vaya a
clavarse, rozando el tradicional slamming del Brutal Death Metal, aunque va
intercalando partes algo más veloces para evitar un colapso mental. Turno ahora
para la instrumental “The Silver Cord”, tema tan sencillo como agradable, un
remanso de paz que nos permite reflexionar sobre el chaparrón que nos acaba de
caer encima.
Hasta
cierto punto podríamos dividir este disco en dos partes, la primera
comprendería los cinco temas ya presentados, donde el protagonismo recae en la
versión más progresiva y experimental del grupo, sin olvidar alguno de sus
elementos característicos. Parece incluso que la instrumental haya sido un
punto de inflexión como diciendo: “chavales, hasta aquí nuestra versión más
paranoide, a partir de ahora toca tralla, así que iros preparando para la que
os va a caer encima”. Y una segunda parte mucho más trallera y energética, más
cercana a la potencia desarrollada en sus primeros lanzamiento. “Adoration for
None” es un castañazo de nivelón, aparecen de forma descarada los típicos
arrastres de guitarra, Mario comienza a maltratar el doble bombo de verdad, y
Joe acentúa el growl todo lo que le permiten sus cuerdas vocales. Seis minutos
de temazo, con una parte central de excelentes melodías vocales.
Ahora
ya no pueden parar, “All The Tears” sigue por los mismos derroteros,
derrochando potencia y mala ostia, para dar paso a la genial “The Art of
Dying”, corte con inicio tribal y posterior arranque polirrítmico de gran
complejidad técnica. Y aquí hago un punto y aparte para el aplauso al batería
Mario Duplantier, un auténtico fenómeno. No es el batería más rápido ni el más
técnico, pero posee una creatividad al alcance de pocos, en este sentido me
recuerda mucho al gran Mike Portnoy de Dream Theater. Además, su dominio del
doble bombo es impecable, un simbionte entre Comando Sandoval de Morbid Angel,
y Raymond Herrera de Fear Factory, con un timing asombroso, capaz de aguantar
el solo las canciones cuando estas flaquean (las pocas veces que lo hacen).
Y
si no has tenido suficiente con su demostración de recursos en este tema,
pasamos a “Esoteric Surgery”, mi favorito del disco, caigo de rodillas ante
esta entrada a modo de apisonadora, con un riff extra vibrante y una base de
doble bombo tan clavada, que se hace incluso insultante por su perfección. Te
vas a hartar de escuchar el adictivo ritmo, pues conscientes de su pegada, no
dudan en utilizarlo durante varias fases del tema. En un estilo similar se
mueve “Wolf Down the Earth”, y entre medio de ambas nos encontramos con
“Vacuity”, uno de los temas donde el ramalazo Sludge se hace más evidente, gran
corte que firmarían los compañeros de batalla Mastodon, sin lugar a dudas.
Cierre
con el tema que da título al disco, “TheWay of All Flesh” arranca con Mario
brillando por enésima vez, vuelve a aparecer toda la gama de elementos
“Gojirianos” y el tema se desvanece cerca de los siete minutos, con un riff
paranoico similar al del primer corte del disco. Aguantamos en silencio hasta
los doce minutos y medio aproximadamente, para finalizar el tema con una
atmósfera relajante, la guinda al pastel.
Gojira
lo volvió a lograr, después de la lluvia de alabanzas cosechada con su anterior
“From Mars to Sirius”, consiguieron dar un paso más en su evolución musical,
con una apuesta arriesgada, experimentando con nuevos sonidos, intentando
llevar su música más al límite si cabe. Apostando por la progresión y la
innovación, creyendo en ellos mismos más que ninguna otra persona en el mundo.
Buscando su espacio y consiguiéndolo, no queda otra que felicitar a estos
franceses por su dedicación y tesón. Bandas con esta actitud y entrega son las
que conseguirán que la buena música no muera jamás. Bravo Gojira. Una banda destinada a ocupar un lugar destacados cuando los titanes ya no estén (y algunos hace muchos años que ya no tendrían que estar).
Os dejo con "Oroborus" temazo por excelencia y mi preferida "Esoteric Surgery":
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