Artista: Darkane
Álbum: The Sinister Supremacy
Estilo: Melodic Death/Thrash Metal
Nota: 8,8/10
Vamos hoy a por la
enésima banda sueca de enorme calidad que irrumpió en la escena en el momento
equivocado, y a día de hoy por muy buenos discos que atesore su carrera, siguen
siendo injustamente banda de segunda fila. Hablamos de Darkane, banda que tuvo
que pelear mucho hasta llegar a dicho nombre. Inicios en 1991 con dos demos de
horrorosa calidad bajo el nombre de Demise, donde intentaban emular el Death
Metal visceral de principios de los noventa que por aquel entonces atravesaba
su momento más dulce. Más tarde pasaron a llamarse y la cosa ya dio un salto de
calidad considerable, pero el verdadero paso de gigante se produce en 1998,
cuando ya bajo el nombre de Darkane sacan a la luz su primer larga durada
llamado “Rusted Angel”. En él la banda se unió al tremendo ejército sueco que
predicaba el llamado Death Sueco o sonido Goteborg, pero con alguna diferencia
respecto a sus contemporáneos, plasmada sobretodo en la inclusión de puntuales
pasajes sinfónicos y algunas estructuras algo más enrevesadas que los acercaban
al progresivo pero sin acabar de entrar en ello.
De ahí en adelante
todo fue ir creciendo dentro de lo permitido por los mandamases del momento,
pues como comentaba anteriormente el final de los noventa era una época difícil
para hacerse un hueco, gente como Dark Tranquillity, In Flames, At the Gates o
Arch Enemy, ya se habían labrado una gran reputación y desbancarlos del trono
(en aquel entonces) era una tarea casi imposible. Darkane, lejos de amilanarse
fueron sacando un buen disco tras otro y acabando de pulir un estilo único que
ganó aun más enteros con la entrada del peculiar vocalista Andreas Sydows a
partir de su siguiente disco “Insanity”. Pero después de tocar techo con sus
dos obras magnas “Expanding Senses” en 2002 y “Layers of Lies” en 2005, cuando
parecía que la banda iba a escalar de una vez por todas a primera fila, se
estropeó el invento. Andreas Sydows sale de la banda, y su siguiente disco
“Demonic Art” pasa prácticamente desapercibido debido al importante bajón de
calidad del mismo.
Y cuando un servidor
ya los daba por muertos y enterrados, y más viendo lo ajetreado que andaba el
monstruo de las baquetas Peter Wildoer con varios proyectos paralelos. Pero por
suerte para todos, el que hoy escribe andaba muy equivocado, y Darkane vuelven
a la carga cuatro años después con una auténtica salvajada de disco y parte de
culpa la ha tenido la vuelta a sus filas del vocalista primigenio Lawrence
Mackroy, que sin ser un súper clase, tiene una forma de cantar muy agresiva que
acaba poniendo en guardia a cualquiera. Y como si se tratase de recuperar la
fiereza de antaño, Darkane se han despachado un disco arrollador donde los
haya.
“The Sinister
Supremacy” es un trabajo veloz, agresivo y visceral, pero que a su vez contiene
continuos giros melódicos propios del Modern Metal, que le otorgan el necesario
contrapunto y momento de respiro a los temas. Dichos impases se harán presentes
sobretodo en los estribillos, donde Mackroy echa mano de su voz limpia para
captar nuestra atención. Sobre todo en este aspecto podemos encontrar ciertas
similitudes con sus compadres Soilwork, y es que no en vano ambas formaciones
surgieron a la par y siempre han compartido varias características comunes.
En este disco nos
encontraremos con la gran suerte de que poco importa el tema escogido, pues
todos acaban avasallándote por igual, a excepción de “The Decline”, un medio
tiempo pegadizo donde los haya. Pero para partirte las cervicales solo tienes
que darle al inicio del tema homónimo “The Sinister Supremacy” o a “Humanity
Defined”, riffs a toda velocidad, batería a piñón fijo y mucho tufo al
“Slaughter of the Soul” de los maestros At the Gates. Death speedico con
cantidad de asesinos riffs thrashers al uso, mala baba, energía por doquier y
sutiles toques melódicos, ¡Death Sueco joder! Del que hizo grande a la tierra
de los vikingos.
Punto y aparte para
el trabajo de Wildoer durante todo el plástico, simplemente sublime.
Demostrando que es uno de los mejores baterías de la escena metálica actual, soltando
una tras otra unas bases de batería de una originalidad abrumadora. Con una
técnica impoluta y una imaginación que parece no tener límites. Encontrar
momentos de repetición en sus bases rítmicas es prácticamente imposible, y si
uno se concentra exclusivamente en su juego de platos puede acabar
absolutamente desquiciado.
Acabando, discazo de
cabo a rabo que debería poner a Darkane de una vez por todas en el lugar donde
le corresponde, aunque eso difícilmente ocurrirá. Yo por mi parte los perfilo
como otro férreo candidato a disco de Death Metal Melódico (con cojones) del
año, peleando ahí con lo nuevo de Carcass, Soilwork, Kalmah, Mercenary y alguno
más que seguro que me olvido, para que luego digan que el sonido Goteborg solo
fue una moda pasajera…
Hala, a cabecear tocan...