Artista: Synkronizity
Álbum: Cultivation
Estilo: Metal Progresivo
Nota: 9/10
Aunque soy consciente
de que por estas contradas habitan varios entes eruditos del metal, si a muchos
de vosotros os menciono el nombre de Tony Choy es posible que penséis que se
trata de una nueva estrella de artes marciales, o del dueño del chino de la
esquina. En cambio si nombro a bandas como Atheist, Pestilence o Cynic, la cosa
cambia bastante. En efecto, el virtuoso bajista de origen cubano, tiene el gran
honor de haber pertenecido a estas tres bandas de culto. Así que, como no podía
ser de otra manera, para hablar de su nueva andadura metálica tiene que
aparecer por fuerza la etiqueta de Metal Progresivo.
“Cultivation” es un
disco que cae en manos de un servidor de pura casualidad, “youtubeando” en un
rato muerto, y en el que decido indagar sin excesivas esperanzas. De entrada
tenemos un disco que no llega a la media hora de duración, con Tony Choy arropado
por un por de nombres relativamente poco relevantes como son Matt Thompson
(King Diamond) a la batería, y Santiago Dobles (Aghora, Council of the Fallen,
Cynic) en la guitarra. Y por un par de auténticos desconocidos en los teclados
y voz, Arbise González y Grant Petty respectivamente. Será pues por el efecto
sorpresa que surge cuando le metes mano a un material sin demasiado interés y a
posteriori vale realmente la pena, o simplemente porque el disco es una jodida,
pero un servidor no tardó demasiado en incluirlo en mi top ten de Metal
Progresivo del 2012, junto a discazos como “Autotheism” de The Faceless, “Portal
of I” de Ne Obliviscaris, o “Blessed He with Boils” de Xanthochroid.
Explicar lo que nos
vamos a encontrar en un disco de progresivo siempre es complicado, pero en esta
ocasión la tarea aún toma mayor dificultad, pues Tony Choy decide plasmar en
este “Cultivation” toda la experiencia e influencias acumuladas en su paso por
las bandas anteriormente mencionadas. Un exquisito cóctel cuyos ingredientes
van desde dulces melodías hard rockeras, hasta pasajes realmente deathers,
pasando por jazz fusión, y hasta atreviéndose con una marchosa rumba. Todo ello
bien mezclado y ejecutado a través de un hilo conductor muy heavy, en ocasiones
bastante deudor de los maestros Dream Theater, haciéndose la cosa más que
evidente sobretodo en el sonido de los teclados.
Claro ejemplo de ello
sería por ejemplo la inicial “Intent”, cuyo interludio que va del minuto 1:24
al 2:40 lo firmarían Petrucci y los suyos con los ojos cerrados. O en la
siguiente “The Follower”, tema enorme que combina a la perfección momentos
muchos más death, con un heavy progresivo de muchos quilates. Curiosamente me
remito otra vez al mismo interludio sonoro (aproximadamente), para disfrutar de
unos instantes de una genialidad abrumadora, de una melodía vocal cautivadora y
unos solos para ponerse colorado.
Ya estamos calentitos
y la cosa va in crescendo, con una línea de bajo salida del mismísimo “Unquestionable
Presence” de Atheist, "Tight Rope” entra noventera-paranoica-agresiva, para
intercalar un pequeño pasaje de jazz fusión antes de golpearnos con una
demoledora cabalgada power-death-sinfónica, que te deja sin aliento. Me miro en
el espejo y veo una cara de bobo que asusta, ¿pero qué cojones?... La
complejidad y fusión de estilos que podemos encontrar en estos cuatro minutos y
medio dejan en bragas a la mayoría de bandas de metal progresivo actuales.
Corte sublime, al que le sigue la segunda JOYA con mayúsculas del disco. “Moment
of Confusion” es un temazo de una calidad y buen gusto insultantes para pobres
mortales como nosotros. La melodía vocal del estribillo es simplemente maravillosa,
casi celestial diría yo, y la sección rítmica de Choy en dicho instante es para
mear y no echar gota, un momento tan dulce como la mejor de las mieles.
Seguimos avanzando
para atacar ahora con un inicio algo jazzie en “Best I Am”, antesala de un tema
bastante potente en líneas generales. Dónde el desconocido Grant Petty vuelve a
demostrar, cómo ya lo ha hecho en el resto de temas hasta ahora, que se mueve
con la misma fluidez tanto con voces limpias cómo guturales.Pero las sorpresas
no acaban aquí, turno ahora para el verdadero puntazo del disco. “Latin Breeze”
se presenta como una rumba con aroma latino que firmaría el mismísimo Paco de
Lucía (virtuosismo aparte). Tema que te deja perplejo a la primera escucha,
pero estando por ahí el maestro Choy, ya sabes que “Impossible is Nothing”.
Después de hacer palmas un rato cerramos con el tema casi homónimo “Synchronizity”,
dónde simplemente cambiamos la “k” por la “ch”. Paradójicamente este sea
posiblemente el tema menos excepcional del disco, pero no por ello malo ni mediocre,
y no resta puntos para nada al conjunto.
Y aquí acaba este
espectacular “Cultivation”, un disco que demuestra que no son necesarios
interminables temas de más de diez minutos de duración, para ofrecer un
excelente trabajo de metal progresivo. Bueno, eso ya hace algunas décadas que
lo habían demostrado los maestros Rush, pero no está nada mal ir refrescando la
memoria a las nuevas generaciones. ¿Obra maestra?, no sería descabellado pero
quizás aún le falta un pelín para obtener la medalla de oro, y sin ser un “Moving
Pictures”, poco le falta. Ahora te falta a ti descubrirlos y corroborarlo, yo
por mi parte te animo fervientemente a ello.
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