domingo, 20 de octubre de 2013

CRITICA: LOCH VOSTOK, V: The Doctrine Decoded (2012)

Artista: Loch Vostok
Álbum: V: The Doctrine Decoded
Estilo: Extreme Progressive Metal
Nota: 9,3/10




El ser humano por defecto tiene instalada de forma intrínseca, en lo más profundo de su ser, una tendencia corrosiva hacia la insatisfacción, entendida esta en varios aspectos de la vida como la incapacidad para sentirse plenamente realizado por equis razones. Cuando uno consigue al fin alcanzar ese objetivo o sueño anhelado, disfruta de una felicidad pasajera que tarde o temprano acaba diluyéndose para dar paso a un nuevo reto. Así, una vez conseguido ese trabajo que tanto esfuerzo y sacrificio ha conllevado, una vez encontrado ese “amor de tu vida” que llegó después de muchas desilusiones y noches de bar, una vez comprado ese bien material que tantos años de ahorro ha supuesto. Cuando desaparece ese primer estado de euforia, y uno se acostumbra a ello, vuelve a aparecer la jodidamente insaciable insatisfacción, con lo cual, vuelta a empezar. Y la música, “nuestra música”, tampoco puede escapar a tan inquietante fenómeno.

Una vez sentadas las bases, hace más o menos medio siglo, muchas han sido las diversas ramas, con sus pertinentes sub géneros, que han ido brotando del enorme árbol del rock, siempre con la premisa de que el árbol no acabase secándose para siempre, puro instinto de supervivencia. Y algunas se han hecho gordas como brazos de cimerio, erigiéndose como enormes puntales que han dado ya el máximo, y de los cuales a día de hoy solo se puede ir esperando puntuales brotes, que por mucho talento y energía que desprendan, están ante la imposibilidad de superar a las obras magnas ya fabricadas. Los ejemplos los conocéis de sobras, “Altar of Madness”, “Symbolic”, “Master of Puppets”, “Killers”, “Rust in Peace”, “Painkiller”, la lista es extensa y todos han sido y serán rey de reyes en su respectivo feudo.
Pero por suerte para todos nosotros, ese gigantesco árbol del que os hablaba se resiste a morir, y esa insatisfacción propia de los humanos acaba dando pie a la lucha, al trabajo, al esfuerzo y a la creatividad. A que miles de metalheads decidan exprimirse el cerebro al máximo para intentar que el gigantesco árbol del rock no muera jamás. Los suecos Loch Vostok son miembros, por derecho propio, de este particular club de “evolucionadores del metal” que se resisten a que dicho género quede estancado en sus propios clichés. Evidentemente, inventar algo a día de hoy se me antoja casi al 90 % imposible, pues casi todo se ha hecho ya, tanto en la música como en distintas artes.

Loch Vostok tampoco pretenden eregirse como los grandes salvadores ni inventores de nada, sino que lo que nos ofrecen es una fantástica mezcolanza entre diferentes estilos ya inventados, pero que combinados con la suficiente gracia, calidad y sutileza, pueden acabar dando un resultado tan impresionante como este “V: The Doctrine Decoded”. La tarea no es fácil de inicio, pues los suecos han necesitado casi una década de intentos hasta llegar al objetivo deseado por toda banda, un disco, valga mi osadía al decirlo, PERFECTO.

“V: The Doctrine Decoded” consigue aunar en una sola pieza todas sus influencias metálicas que abarcan desde el Power (americano), hasta el Death Metal más oriundo, pasando por Heavy, Melodeath, incluso alguna pincelada de Black, y esculpiendo un producto final, que para englobar todas estas etiquetas acaba llamándose Extreme Progressive Metal. Mucho son los que con anterioridad también han querido acaparar varios estilos en una sola propuesta, y muchos los que detrás de dicha gesta han acabado fabricando un refrito sin sentido de los que marean por su incoherencia. 

Así que si eres capaz de disfrutar de varios géneros metálicos a la vez, si tienes la suficiente adaptabilidad mental para ser atropellado por una tormenta sonora y acariciado por una sutil melodía en un mismo tema, esta es tu banda. De todo un poco y con mucha arte, sin empalmes forzados, sin incongruencias de las que hacen sangrar los oídos, sin rellenos, y con una producción nítida que a su vez desprende una energía abrasadora.

Mencionar los destellos de bandas que vamos a encontrar en este disco puede ayudar al oyente a hacerse una idea relativa de lo que aquí se cuece. Así que apunta, un poquito de Nevermore en las voces limpias y la contundencia de las guitarras, mezclado con las voces guturales de Scar Symmetry y sus particulares escalas progresivas, algo de Mercenary en el trabajo de las melodías y el contraste conseguido entre voces limpias y harsh, y para rematar puntuales reminiscencias a esas atmósferas etéreo-cósmicas de Pagan’s Mind, gracias sobre todo a la gran labor del teclista Fredrik Klingwall y algo del post-thrash de Grip Inc.

¿Lo tienes más claro ahora o no acabas de decidirte? Yo en el día de hoy no voy hacerte una vivisección del disco pues me llevaría varias páginas captar todo lo que esta maravilla del siglo veintiuno esconde en sus entrañas para convencerte, pero si puedo darte algunas pistas sueltas para que pruebes a ver qué tal. Así pues no puedo dejar de recomendarte el adictivo riff menea-esqueletos de “A Tale of Two Kings” o las impresionantes melodías vocales de su estribillo. La completísima “Syndrome of Self”, temazo que te puede llegar a hacerte perder la cabeza con tanto salto entre partes extremas y melodías vocales.

En punto y aparte te recomiendo “Citizen Cain”, un tema que ya marca las pautas con el primer riff in crescendo al que la voz se acoplará de idéntica manera, creando una maravilla que sorprende por su simpleza y gancho a la vez. “Twilight of the Dogs” con un estribillo que te parte en dos, o “Inflict Chaos” algo más melódica, rozando el medio tiempo. Y cerrando el breve resumen te dejo con la joya de la corona “Claim the Throne”, donde podemos incluso encontrar reminiscencias a los Emperor más sinfónicos, y para lo que nos espera en el minuto 2:47 yo no tengo palabras.


“V: The Doctrine Decoded” es una pieza que va a satisfacer a todos aquellos que piensen que en la fusión de estilos reside una de las principales bazas para hacer que el metal resista al paso del tiempo sin acabar oxidado. Esperemos que este pedazo de trabajo sirva para que Loch Vostok obtengan de una vez por todas el reconocimiento merecido, pues hasta el momento no son una banda demasiado conocida. Yo por mi parte ya he aportado mi granito de arena trayéndolos aquí, espero de verdad que el disco os cunda tanto como me ha cundido a mí.

Caviar para vuestros oídos:


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