miércoles, 6 de marzo de 2013

SOILWORK, The Living Infinite (2013)


Artista: Soilwork
Álbum: The Living Infinite
Estilo: Melodic Death Metal
Nota: 9,5/10




Soilwork irrumpió en la escena metalera a finales de los noventa, en plena ebullición del movimiento llamado “Death Sueco Melódico” o “Sonido Goteborg”, In Flames lo petaba con el mega adictivo “Colony”, Dark Tranquillity estaban súper consolidados después del tremendísimo “The Gallery” y el contundente “The Mind’s I”,  y Arch Enemy asombraba al mundo con el majestuoso “Burning Bridges”. La mayoría de formaciones se apuntaron fácil a la corriente ganadora, siendo meros plagios de los mencionados percusores. Pero Soilwork ya daba muestras desde sus inicios de que su propuesta iba un paso más allá, y una vez “imitados” a los maestros en sus dos primeros discos, pasaron a crear su propia historia con el innovador “A Predator’s Portait”, piedra angular en su discografía y que posiblemente jamás ha recibido el reconocimiento que merece. Su capacidad para evolucionar e innovar, sin miedo al qué dirán, los ha llevado a ser una de las bandas más importantes e influyentes dentro del panorama del Death Melódico actual, siendo incluso considerados por algunos los padres del Modern Metal.

Su proceso evolutivo siguió unos pasos similares al de otras bandas que, en diferentes disciplinas, también están en primera línea a día de hoy, como por ejemplo Kreator en el Thrash o Paradise Lost en el Gothic Metal. Dicho modus operandi consiste en una primera etapa más cañera y visceral, seguida de un impás donde bajan el pistón y se centran más en las melodías, hasta llegar incluso a “tocar fondo” si se me permite la expresión. Después de esto toca la remontada, con trabajos que conjugan a la perfección la tralla de antaño con los matices melódicos adquiridos en su etapa intermedia. Y eso es precisamente a día de hoy Soilwork, una banda que puede volarte los sesos con un riff asesino y a la vez desarmarte con una suave melodía.

Con estos antecedentes y después del tremendo “The Panic Broadcast” de 2010, estaba yo esperando este “The Living Infinite” con gran expectación y también con un par de dudas que paso a comentaros a continuación. La primera era ver cómo se las apañaban los de Helsinborg después de la salida de uno de los principales cerebros compositivos de la banda, el genial guitarrista Peter Wichers, que después de su flamante retorno en 2008 volvió a abandonar la banda en 2012. Y la segunda va directamente relacionada, en una época donde cada vez más se vive del single, y del éxito fugaz y olvidadizo, Soilwork se desmarca con un disco doble que contiene un total de veinte temas, ahí es nada. Así que ya me temía lo peor, siete u ocho temas de nivel intercalados con bastante paja. ¿Cuál ha sido la realidad? Sigue leyendo y lo sabrás.

Unas sencillas notas de piano son la antesala del primer cañonazo del disco, “Spectrum of Eternity” entra mordiente, viperina, cargada de mala ostia pero adornada con unas efectivas melodías vocales. Es un auténtico placer disfrutar de esos blast beast a todo trapo y esos mordientes riffs de los estribillos con una voz melódica sobrevolándolos, una técnica al alcance de pocos y que se repetirá en algún corte más a lo largo del disco. El tema es completísimo, el semi brakdown melódico es breve pero gustoso, al igual que el posterior solo. “Memories Confined” es de los cortes más lentos y pesados del disco, con unos teclados envolventes que nos recuerdan a los utilizados últimamente por Opeth, y combinados con las melodías vocales de “Speed” Strid le dan al tema un aire un tanto nostálgico muy especial. “This Momentary Bliss” es un temazo cien por cien Soilwork, un arranque muy dinámico donde teclados y guitarras se enfrentan en una adictiva escala, ritmos entrecortados y el posterior estribillo melódico de los que perduran durante semanas. Strid está espectacular mostrando una variedad de registros vocales que marea, de verdad que la progresión de este crack desde sus inicios a día de hoy es de elogiar, y más teniendo en cuenta que comenzó a cantar muy tarde (dieciocho años) y solo con registros guturales. Pero a base de esfuerzo y dedicación ha conseguido convertirse en uno de los mejores cantantes del género de la escena actual.

Punto y aparte después de la primera triada, ¿te ha gustado? Pues vamos bien colega, lo que te vas a encontrar en los diecisiete cortes restantes es una productiva mezcla entre los tres temas analizados, cortes a todo trapo, medios tiempos y algún tema algo más ralentizado, aunque incluso el tema más “suave” del disco acostumbra a tener su momento más acelerado. Si por mi fuera os haría un análisis tema a tema del resto del disco, porque de verdad que todos los cortes son de tanto nivel que da para ello, pero como no se trata de aburrir al personal con una reseña kilométrica, me voy a conformar con analizar brevemente los que considero más interesantes si cabe.

No me ando por las ramas y voy al mejor corte del disco, “Tongue” es el temazo por excelencia, con una estructura similar a “Spectrum of Eternity” combina caña burra con melodía de una forma magistral. El estribillo es totalmente rompedor, te desmonta de inicio debido a su exagerada melodía pero te acaba taladrando a base de bien. Y qué decir del interludio instrumental del minuto 2:45 y el posterior solo asesino, los suecos jugando a ser Dream Theater por unos instantes, absolutamente magistral.

“The Living Infinite I” es el corte con orientación más Modern Metal del disco, carne de MTV, hay que seguir alimentando a los fans conseguidos en su etapa más moderna, un tema sin excesivas complicaciones de los que siempre entran bien. “Let the First Wave Rise” y “Long Live the Misanthrope” (esta última con un tremendo solazo), son temas que pegan fuerte, y dan pie a otro comentario, y es el excelente trabajo de los dos hachas, que sin cebarse en exceso van sacándose de la chistera un montón de adictivos riffs y breves pero melodiosos solos, que junto a la gran labor de Sven Karlsson en los teclados, hacen que los temas pasen como el que no quiere la cosa.

En una línea de caña parda similar tenemos la fantástica “Leech”, tema veloz y potente con un estribillo melódico muy etéreo que actúa como perfecto contrapunto. “Realm of the Wasted” es otro temazo made in Soilwork, esos ritmos entrecortados, esa batería tan dinámica, y los constantes cambios de voces lo convierten en un tema muy apetecible. Y ya que menciono la batería turno de elogios para Dirk Verbeuren, un súper clase que ha trabajado entre otros para Aborted, Devin Townsend y Warrel Dane. Y que se vacía totalmente en este “The Living Infinite”, firmando sin duda su mejor trabajo en Soilwork hasta la fecha, con una variedad de ritmos y una creatividad que asustan, en los veinte cortes del disco su batería no cae jamás en la repetición o la mediocridad, y eso no está al alcance de todos.

“Whispers and Lights” y “Owls Predict, Oracles Stand Guard” se perfilan como dos cortes donde reina la melodía y destacan sobremanera (aun más si es que se puede) los registro vocales de Strid, curiosamente ambas sirven para cerrar el disco uno y dos respectivamente. Aunque el tema más “azucarado” del disco, (y no por ello malo) sea posiblemente “Antidotes in Passing”, una semi balada donde Strid sube al máximo, habrá que ver si es capaz de plasmarlo en directo.

Como habréis podido observar las dos dudas del inicio han quedado satisfactoriamente disipadas en sentido positivo. “The Living Infinite” es un discazo de cabo a rabo, sin ningún tema de relleno, un ejercicio de madurez compositiva donde los suecos demuestran que pueden salir adelante sin la presencia de Peter Wichers. Todos los temas están muy bien trabajados y estructurados, cada uno posee su propio feeling y elementos diferenciadores que los hacen únicos, incluso el disco en si mantiene un ritmo muy equilibrado que hace que su hora y media de duración pase en un santiamén.

Los que ya conocéis a Soilwork vais a quedar altamente satisfechos con este disco, para el resto os pido una oportunidad, no cometáis el garrafal error de encasillar a los suecos en los clichés de Metalcore para adolescentes con muñequeras negras y piercings en la nariz. Soilwork son mucho más, un solo tema de ellos contiene la misma complejidad que la mayoría de discos enteros del mencionado estilo. Un voraz simbionte que conjuga a la perfección la esencia del “Sonido Goteborg” de finales de los noventa con las tendencias más actuales. Originales, creativos, talentosos, y lo mejor, todavía muy jóvenes, así que por suerte tenemos Soilwork para rato.

Y aquí os dejo con un par de vídeos, el primero "Rise Above the Sentiment" es un vídeo cutre pero que sirve para ver que estos tíos son de lo más sencillos, y el segundo es el tema estrella del disco "Tongue".




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