domingo, 17 de marzo de 2013

SUFFOCATION, Pinnacle of Bedlam (2013)


Artista: Suffocation
Álbum: Pinnacle of Bedlam
Género: Brutal Technical Death Metal
Nota: 8,7/10




Cuando Suffocation se incorporaron a la movida “deathmetalera” a principios de los noventa, se encontraron con casi todo el pescado vendido. Tampa se convirtió en la cuna de un montón de bandas de enorme talento y creatividad, que poco tardaron en marcar su territorio. Sobre los abruptos terrenos de Florida levantaron sus fortalezas infernales construidas a base de demoledores riffs, aplastantes baterías y berridos infrahumanos. Por momentos parecía que el mismísimo Satán hubiese elegido estas calurosas tierras, para engendrar en ellas al más duro y aterrador ejército de guerreros del Death Metal.

Cada formación supo encontrar su parcela y ganarse su particular séquito de seguidores. Como jefes del cotarro teníamos a Morbid Angel, el implacable tridente Azagthoth-Vincent-Sandoval vigilaba día y noche que ninguno de sus compañeros de armas, siempre al acecho, se les subieran a las barbas. Deicide se erigían como los “malos malotes” por antonomasia, Obituary se ocupaban de la vertiente más machacona y John Tardy sorprendía al mundo con su voz rota, aún inimitable a día de hoy. Cannibal Corpse (estos de Nueva York) se convirtieron en los que más camisetas vendían, con una décima parte del talento y originalidad de sus coetáneos, consiguieron hacerse con un público fiel. Si en ocasiones nos gusta hablar de bandas infravaloradas en la historia del Metal, con Cannibal sería todo lo contrario, pues posiblemente hayan sido una de las formaciones más sobrevaloradas que jamás haya tenido la escena. Por último toca hablar de Death, pero considero que “Devil Chuck” siempre estuvo un escalón por encima del resto, un genio de los pies a la cabeza cuyo legado no se puede comparar con el de ninguna de las anteriores bandas.

Visto este panorama pintaban bastos para Suffocation, solo quedaban dos opciones; o ser el mejor, o llenar el único hueco que faltaba por cubrir. Y eso es lo que hicieron precisamente los de Nueva York, que decidieron darle un plus de complejidad y dificultad a la propuesta del resto de formaciones, y se convirtieron por derecho propio en los padres del Brutal Technical Death Metal. Suffocation ya fue original desde sus inicios, en sus filas contaban con dos componentes de raza negra, algo no demasiado frecuente, pues en ocasiones parece que el Metal sea una disciplina “exclusiva” de la raza blanca. Y no queda ahí la cosa, os suena la palabra “slamming”, pues para los menos expertos os explico que son esos momentos en que el tema se vuelve tan denso, tan rocoso, que incluso parece que la canción se vaya a parar, unos poderosos “atascos” musicales que también fueron “inventados” por Suffocation.

Suffocation se plantó en escena con una propuesta muy personal, original y enrevesada. Jamás un tema de Suffocation fue “sencillo”, Terrance Hobbs y Doug Cerrito  no se conformaban con un buen riff para elaborar un tema, si no que cada canción de Suffocation contenía una cantidad de buenos ritmos que asustaba, mientras otros se agarrarían como garrapatas a ese “inspirado riff” y lo exprimirían al máximo, para los dos hachas no dejaba de ser uno más dentro de su inacabable arsenal “riffero”. Sumamos a ello la siempre dinámica y original base rítmica de Mike Smith a la batería, y la demoníaca voz de Frank Mullen, que consiguió llevar el growl a unos terrenos de densidad y oscuridad insospechados hasta la fecha, y ya tenemos a Suffocation en esencia pura.

A mediados de los noventa Suffocation decide darse un descanso, y no sería hasta el año 2004 cuando reaparecen con el tremendo “Souls to Deny”, un discazo de cabo a rabo que dejaba claro que el tiempo no había hecho mella en el buen hacer de la banda. Desde entonces han ido sacando discos con regularidad, siempre manteniendo un nivel altísimo, con mayor o menor inspiración según se tercie, pero siempre fieles a su estilo. Podríamos decir que Suffocation son una de esas bandas que jamás han sacado una obra magna, pero que se las han apañado para que todos sus trabajos se sean como mínimo de notable alto. Una banda que jamás defrauda, unos Primal Fear del Heavy, o unos Destruction del Thrash, sempiternos segundones honestos consigo mismos, un amigo fiel de los que no te fallan. Aun así, dentro de la rectitud habitual de Suffocation, en este disco observamos algunos pequeños detalles evolutivos que han enriquecido este “Pinnacle of Bedlam”, y lo han convertido en su mejor trabajo desde el mencionado “Souls to Deny”.

Comenzamos con la extraordinaria producción, nítida, detallista y equilibrada, que ha corrido a cargo del inseparable Joe Cincotta, que desde el retorno de la banda en 2004 ha ido ejerciendo las funciones de productor, ingeniero de sonido y mezclas según ha convenido. Pero sin duda esta vez se ha superado, y  ha conseguido que Suffocation suenen más limpios que nunca sin perder su rudeza característica. Una asignatura pendiente en sus primeros discos, pues su sofisticada propuesta chocó de frente con unas producciones que no siempre estuvieron a la altura. Supongo que conscientes de ello, en este disco deciden rescatar su clásico “Beginning of Sorrow” del tremendo “Breeding the Spawn”, y la verdad es que suena espectacular.

Otro aspecto a destacar es la fantástica labor de Dave Culross (ex Malevolent Creation), batería que ya estuvo en Suffocation en el EP “Despise the Sun” de 1998, y que tenía la difícil misión de substituir al gran Mike Smith, toda una institución en el metal extremo, un batería con unos fundamentos técnicos tremendos que gracias a la originalidad de sus bases rítmicas, ha sido fuente de inspiración para las generaciones venideras, demostrando al mundo que se puede hacer Brutal Death Metal de implacable pegada, sin la necesidad de infinitos blast beast a 250 bpm. Pues bien, Culross ha estado a la altura y de qué manera, con  un trabajo impecable, detallista,  con una batería llena de dinamismo que ha conseguido resaltar aun más la laboriosa tarea de Terrance Hobbs con su orgía de riffs y escalas imposibles. Seguimos con Terrance, ya que otro de los puntos fuertes del disco recae en la gran cantidad de solos, sin llegar a abusar, que se desarrollan a lo largo del disco, dando mayor importancia  a este apartado que en anteriores entregas, y aquí vuelve a aparecer la mención especial a la producción, pues los solos brillan y tienen un papel protagonista, lejos de quedar escondidos por el resto de instrumentos.

“Pinnacle of Bedlam” es un disco que atruena desde el minuto cero, ya el primer corte entra directo a la vena, de forma nada habitual, sin intro ni calentamiento previo. “Cycles of Suffering” es un castañazo made in Suffocation donde ya aparecen todos sus elementos característicos y las nuevas aportaciones anteriormente mencionadas, como el tremendo solo pasado el primer minuto del corte. El resto de temas nos ofrecen un poco de todo, “Purgatorial Punishment” se presenta como uno de los temas más complejos a nivel técnico del disco (más aun si cabe que el resto) y eso que paradójicamente es el corte más breve del disco. La cantidad de cambios de ritmo que ofrece en menos de tres minutos de duración es abrumadora. “Eminent Wrath” y la siguiente “As Grace Descends” son dos trallazos arrolladores, donde aparecen puntualmente algunos elementos más Hardcore que nos recuerdan por momentos a Napalm Death, otra novedad más a añadir a la saca.

Hacemos punto y aparte para “Sullen Days”, tema atípico que comienza con guitarras acústicas y que va ganando fiereza según avanzan los segundos. Merendarse un disco de Suffocation del tirón nunca es tarea fácil ni para los más expertos en la materia, y este corte actúa como un equilibrado contrapunto que nos otorga unos segundos de descanso cruciales para ordenar nuestro cerebro después de tanta densidad sonora. El resto de temas se mueven en los mismos guarismos de alta calidad acostumbrados, momentos de violencia extrema perfectamente ensamblados con interludios más machacones, infinitos cambios de ritmo, punzantes solos  y el insaciable Frank Mullen berreando como un poseso como si le fuera la vida en cada tema.

A estas alturas de la película, cada vez que Suffocation saca nuevo disco acostumbra a ser un puñetazo sobre la mesa para demostrar quién manda, y en esta ocasión han estado a punto de partirla. La salida de la banda de dos de sus miembros fundadores (Doug Cerrito en 1998 y Mike Smith en 2009) no ha conseguido hacer mella en los verdaderos padres y reyes del Brutal Technical Death Metal,  que están de vuelta, y esta vez han venido muy pero que muy inspirados, ahora depende de ti ¿los vas a dejar escapar?

Un par de vídeos a ver que tal, el primero es del tema "As Grace Descends", un vídeo bastante lamentable para una banda de sus características, pero es que Slipknot ha hecho mucho daño. Y el otro pertenece a "Sullen Days" el mencionado tema que aporta una calma relativa en la tormenta sonora de Suffocation.





No hay comentarios:

Publicar un comentario