martes, 5 de junio de 2012

Paradise Lost, Tragic Idol (2012)


        Corría el año 1991 cuando Paradise Lost sorprendió a propios y a extraños sentando las bases del Gothic Metal con el increíble disco titulado Gothic, donde fueron pioneros combinando elementos de death metal con elementos orquestales y voces femeninas. Pero esto era solo el principio, la cosa se fue puliendo y depurando y en 1993 aparece Icon, una auténtica obra maestra donde la melancolía musical alcanza límites insospechados hasta la fecha y al que siguió dos años después el insuperable Draconian Times, más dinámico que el anterior es posiblemente uno de los mejores discos de la historia del metal. A partir de ahí cambio de chip, Paradise Lost siempre se han caracterizado por estar en constante evolución y a partir de 1997 con el disco One second, hubo un bajón de agresividad más que notable, sonido mucho más rock incluso por momentos titubeando con el pop, prácticamente todo voces limpias,  y predominancia de teclados en perjuicio de guitarras distorsionadas. Valga decir que fue a partir de ahí cuando perdí el interés por esta banda, pues el rollo HIM, The Rasmus, Ramstein y pasteladas por el estilo nunca me han interesado. Fue a partir de 2007 con el lanzamiento de In Requiem, cuando leí alguna que otra crítica diciendo que Paradise Lost habían vuelto a los orígenes y tal. Lo primero que pensé es que era pura estrategia de marketing como ya ha pasado muchas veces con otras bandas, pero nada más lejos de la realidad, con In Requiem la banda volvía realmente a la senda del metal, y parece que desde entonces no piensan abandonarla, ya que en su siguiente disco Faith Divides Us – Deathh United Us el sonido se hizo aún más duro si cabe, y se ve que le han cogido gusto a la cosa y este nuevo Tragic Idol sigue por los mismos derroteros, vamos a ello.
     El disco arranca con Solitary One toda una declaración de intenciones, con una atmósfera que recuerda por momentos la oscuridad y contundencia del Gothic, los tres siguientes temas siguen una línea muy melancólica y los magistrales juegos de voces de Nick Holmes son constantes. En Theories from another World hay un cambio de orientación hacia ritmos más rápidos, con un doble bombo más que interesante y un riff principal muy pegadizo, puede que sea el mejor corte del disco. In this we Dwell sigue por unos derroteros bastante potentes, pero será la última, en el resto de temas seguimos con la pesadez y melancolía habitual de los ingleses.De los siguientes temas destacaría sobremanera el apartado vocal de To the Darkness.
     Un buen trabajo, de una formación súper sólida que, exceptuando al batería, conserva a los mismos componentes desde sus inicios. No llega al nivel excelso del Icon y el Draconian Times, pero posiblemente sea el mejor disco que sacan en años, altamente recomendable.
        Nota: 8/10.  
        Os dejo con este fantástico vídeo, subtitulado para tontos como yo que no saben inglés, a disfrutarlo:




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