Mentira, de Enrique de Hériz (2004)

        Gracias David, con este agradecimiento es como debo comenzar este post, pues fue un ex compañero de estudios y actual bibliotecario de Palafrugell quien me aconsejó que leyera esta pedazo de novela. Reconozco que al principio tuve mis dudas, pues más de seiscientas páginas siempre asustan un poco, pero me han pasado volando, será porque estamos hablando de un novelón de cuidado. Años llevaba sin leer algo tan bien escrito, estructurado, entrelazado, adictivo, y original, sin partes de paja ni relleno. Grande, grande.

        La novela narra la vida de una familia residente en Barcelona y con segunda residencia en Malespina ( Calella de Palafrugell ), y de cómo las historias explicadas por su padre cuando eran pequeños, por cierto poseedor de una imaginación desbordada, han influido de manera directa en el rumbo de sus vidas. Las historias de los “Rusos”, la batalla de les Formigues, la historia de Li Po, y sobretodo, la historia que habla del abuelo Simón, cuya influencia a calado hasta los huesos en los miembros de esta familia y cada uno la ha canalizado a su manera.

        A lo largo de la obra se irá viendo como parte de esas historias poseen tanto de verdad como de mentira y se convierten en un verdadero rompecabezas para una de sus hijas, Serena, la cual tiene obsesión enfermiza con ellas y con la exactitud del pasado en general.

Si a ello le sumamos una terrible confusión al principio del libro, donde creen que su madre está muerta sin estarlo, tenemos todas las pautas necesarias para disfrutar del libro. Que precisamente está narrado alternativamente por Isabel (la madre) y su hija Serena.

Muy instructivas y pieza clave del libro son también todas la historias que Isabel, antropóloga especializada en ritos mortuorios, nos cuenta sobre diversas tribus. Ya que la forma de tratar la muerte de dichas tribus también nos habla de cómo entender la vida.

Valga decir que una de las historias importantes de “papá” habla sobre una libre versión de los “Rusos”, un matrimonio muy rico que se instaló en Calella y que construyó el Castillo y el Jardín Botánico de Cap Roig. Uno de los símbolos más importantes a día de hoy de la Costa Brava y donde cada verano se celebra uno de los festivales de música al aire libre más importantes del mundo. Y casualmente mis tíos trabajaron durante muchos años como guardas y cuidadores personales de los “Rusos”. Con lo cual me conozco bastante bien el lugar en sí. Y este factor hizo que aún me entusiasmara más a la obra.

El verdadero mérito de Enrique de Hériz es que consiga hacer una novela tan buena de una base tan simple, consigue mantenerte constantemente enganchado al libro sin necesidad de héroes ni villanos, ni monstruos y caballeros, ni códigos indescifrables, ni asesinatos en serie, etc. Simplemente narrando una historia llena de historias donde realidad y leyenda se funden para formar la base de una familia. Jugando constantemente con la verdad y la mentira y haciéndonos ver como varias de las mentiras que acumulamos a lo largo de nuestras vidas tienen el propósito de servir de relleno para esos huecos de nuestra existencia, y como en ocasiones también hay verdades que es mejor callárselas.

Yo solo soy un humilde lector, no ningún experto crítico literario, pero os puedo asegurar que llevaba años sin leer una novela que me maravillara tanto, tan bien escrita, que sea tan ágil de leer, con una trama tan básica como genial. Para mí, obra maestra. Me parece que durante unos años cada vez que me pregunten que libro leer aconsejaré esta Mentira sin lugar a dudas. Y como yo no se escribir tan bien os dejo con un comentario de Rosa Montero que me parece acertadísimo.

“Mentira fascina y atrapa desde el primer momento; es una especie de gran cuento, poderoso, original y maravillosamente escrito, que nos explica la sustancia de lo que somos. Hacía mucho tiempo que no leía una novela tan seductora”.

Ya sabéis, a leerla en cuanto podáis.