Breve pero intenso relato existencialista planteado de forma original por el gran McCarthy. Dos tipos en una habitación con filosofías totalmente enfrentadas, un tipo “blanco” profesor universitario, con cultura y buena posición económica que ha perdido la fe en el mundo y quiere acabar con su vida y otro “negro” que después de un pasado truculento pasa a ser un buen samaritano gracias a un altercado, del que se salvó por los pelos y que le hizo cambiar de vida y tener fe en Dios.
Un diálogo a dos bandas en algo menos de 100 páginas donde cada uno intenta justificar sus argumentos, el blanco demostrar que la esperanza en el ser humano está perdida y el negro todo lo contrario, dos visiones totalmente opuestas que intentar desentrañar el sentido de la vida. La lucha es por momentos algo desigual, ya que el blanco posee más cultura y mejores palabras que el negro, pero este último, lejos de amilanarse intentar convencer al otro por todos los medios con otras palabras y con varios ejemplos a los que les da la vuelta para girarlos a su favor.
El libro no mata, pero se lee de una tirada y siempre da que pensar, obviamente los ateos como yo congenian más con los argumentos del blanco, aunque en ocasiones son excesivamente catastrofistas. Con un final abierto la obra no pretende dogmatizar sobre nada, si no simplemente expresar dos puntos de vista, uno tiene la sensación de que este libro se puede entender más en Estados Unidos que aquí.
Si tenéis un rato libre no estaría mal que le echarais un vistazo.
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