Hablar de Primal Fear a día de hoy es hablar sobre uno de los bastiones más sólidos del metal mundial en lo que va de nuevo siglo, la sociedad formada por el bajista Mat Sinner y el vocalista Ralf Scheppers no ha parado de dar buenos frutos, herederos naturales del sonido Judas Priest, son defensores a ultranza del heavy metal puro y duro, de corte clásico pero con sonido moderno, en ocasiones les han salido discos muy buenos, en otras, “solo” discos buenos, y esta vez toca un disco bueno tirando a muy bueno, vamos a ello.
El disco empieza con la intro que da nombre al disco a la que sigue Strike, un buen tema para arrancar y dar paso a la fantástica Give em hell, un temazo donde las guitarras recuerdan a Maiden sobremanera y con un estribillo muy pegadizo, seguimos con Bad guys wear black tema de corte clásico algo mediocre, cambiamos dos marchas y nos vamos a cabalgar sobre el doble bombo de And there was silence, tema que por momentos nos recuerda a la velocidad que reinaba en posiblemente su mejor disco, el Nuclear fire. Seguimos con dos medios tiempos algo similares y donde la melodía reina por doquier, el primero Metal nation algo más pobre y el siguiente Where angels die es un gran tema de ocho minutos de duración, cosa no demasiado habitual en los germanos con una melodía súper pegadiza que no te podrás quitar de la cabeza. Unbreakable 2 viene a ser la continuación de la intro de inicio y es otro tema de corte clásico sin demasiado a destacar, la siguiente Marching Again es a mi juicio el mejor tema del disco, canción muy potente con unos coros totalmente “Helloweenianos”, con unos violines de acompañamiento que quedan la mar de bien. Ya estamos en el tema diez, la balada de rigor, buena como de costumbre. Los dos cortes que cierran el disco Blaze of Glory y Conviction, tampoco matan, son típicos temas Primal Fear y de los cuales podrían hacer a decenas sin despeinarse, y si tenéis la edición digipak podréis disfrutar de la divertida Night of the jumps, tema de fin de fiesta que recuerda muchísimo al Living after midnight de Judas.
En resumen, apostar por los teutones es apostar sobre seguro, disco sobrio, muy bien estructurado y distribuido, con una excelente producción, excelentes coros, la voz de Scheppers fantástica como siempre, y en esta ocasión cabe destacar que los solos están muy bien trabajados y son de altos vuelos, como su sempiterna águila. Y está claro que con bandas como esta, el heavy metal tiene larga vida asegurada.
Nota: Hay bandas que innovan mucho, crean nuevos estilos, estructuras muy complejas, etc. Este no es el caso, como buenos alemanes que son, Primal fear hacen un heavy metal de calidad, muy profesional, que por momentos raya la perfección, y por eso creo que este dico se merece un 8/10.
No hay comentarios:
Publicar un comentario