Bueno gente, aunque ya anuncié que no vería el resto de temporada de “The truñing dead”, parece que el azar ha decidido darme una segunda oportunidad para que así pueda ensañarme (aún más si cabe) con la fantástica cultura americana de las armas y como estas son “tan necesarias y eficientes” en estos tiempos que corren.
Resulta que hace unas 3 semanas estaba yo en el ordenata y fui un momento al comedor, donde mi mujer que no es tan radical como yo, estaba viendo la serie. Y la providencia de los dioses televisivos quiso que enganchase justo la escena en que el voz susurros quiere matar al sheriff santurrón, pero resulta que tampoco está tan empanao como parecía y con “mucha pena y rabia” y auto justificándose todo lo posible, se lo carga, hasta ahí todo correcto. Por cierto un desenlace súper inesperado ehhh, como se lo siguen currando estos grandes guionistas.
Pero el quid de la cuestión no es ese, lo realmente impresionante fue ver al mequetrefe apuntando a su padre porque en realidad tenía al voz susurros reconvertido en zombie detrás suyo decidido a meterle un buen bocao. ¡Que escena tan entrañable!, el padre pensándose que el hijo se lo quería cargar a él por haber matado al voz susurros y resulta que lo que iba a hacer a continuación era salvarle la vida, ¡Que gran suerte la nuestra que enseñamos a disparar a la criatura! ¡Amigos americanos, enseñen a disparar a su hijo y este les salvará la vida un día u otro! Y si luego se le va la olla y realiza una matanza de campeonato en un campus universitario por que los compañeros le llamaban “blanquito”, o entra con un rifle en una mezquita para salvarnos del Islam o le coge rabia a su padrastro y le mete una bala en la boca, ¡no pasa nada!, pero eso sí, siempre será un buen americano, creyente, patriota y que no dice palabrotas, amén.
Que os parece, resultará que al final tengo un poquito de razón con la basura subliminal americana que nos vienen vendiendo desde que se inventó la televisión o es que soy un paranoico de cuidado, vosotros decidís, pero yo lo tengo bastante claro, bye.
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